martes, 3 de agosto de 2010
A Veinte Años, Luz.
Eduardo busca en el cuello de Mariana un aroma que le devuelva por un momento la frescura de esos días, de los juegos y el entusiasmo, de las risas y el amor. Hunde su cara en la piel tibia de Mariana para protegerse por un instante de esta asfixiante enredadera de engaños que se ha adherido a su vida.
Es increíble la capacidad que pose este libro para cambiar tan rápido mis estados de humor podes pasar de la tristeza absoluta por una muerte, al odio asqueroso que te producen los milicos o al amor absoluto al ver que cada uno de los personajes siente, vive y ve el amor como una salida tan fácil de la realidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario