Siento el tiempo de mi cuerpo
dejando nuevas pisadas
sobre aquellas huellas viejas
que ya estaban.
Y trato hoy de saber
qué es mejor,
tal vez no.
Tal vez no sea el suspiro frágil
de una brisa tenue
que despierta
el que me recuerde de dónde
robar ternura que no tenga.
Y entonces hoy me trato de sacar
los clavos de mi cabeza;
esos que no me dejan pensar
que tal vez sea un hijo con todas las ganas
de tener mis hijos propios
esparcidos por el cosmos
de manera que su aliento
empañe estrellas.
Y a lo mejor el regreso es mejor,
tal vez no.
Tal vez sea un hombre con aplausos y también amantes.
Tal vez haya sido un germen que creciendo
tuvo que asumir que late,
el vientre aquel de donde saltó una vez
aunque hoy va a regresar a la vida.
A la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario